Impresiones de Colombia (VIII): Las mujeres directivas
En Colombia he tenido unas 40 reuniones. Una de ellas fue una estupenda cena con una pareja de profesionales extraordinaria, que después de ejercer de colombianos inquietos y de recorrer muchísimos países con muy atractivos proyectos profesionales han regresado a Colombia. Pero salvo la cena todas mis reuniones han sido con hombres. Y eso que empezaba con desayunos a las 7 de la mañana y terminaba después de cenar a las 11, 30 de la noche. Por eso fue una alegría ver a Fabiola Sojet, presidenta de General Electric. Magnífica directiva, que está haciendo crecer la empresa con operaciones corporativas. Me contó que poco a poco el papel de la mujer directiva en Colombia crece. Que ya hay una asociación de presidentas de compañías; son 25. Al parecer en la banca están subiendo rápidamente, pero aún queda. Lo dicho, qué alegría me dio poder reunirme con una mujer; ya lo echaba en falta. Pero conociendo a Fabiola y a Claudia Herran, con quién cené, está claro que cambiará el panorama en Colombia.
Por cierto, uno de los hombres con los que me reuní me decía que una de las ventajas que auguraba el éxito de las mujeres es que no se conocen casos de mujeres corruptas, y que ya solo por este motivo para las empresas valía la pena apostar por ellas.