En esa nueva etapa, nada duradero se podrá construir sin mutua confianza entre gobiernos y ciudadanía, entre el empresariado y los responsables de las administraciones, así como entre la población y el sector empresarial. Los empresarios iberoamericanos, a ambos lados del Atlántico, necesitan saber que son escuchados, que se les requiere y consulta y que se les deja trabajar con libertad y con seguridad jurídica. Por su parte, la sociedad y los gobiernos deben percibir que el sector empresarial tiene una visión país, global e integral, que va mucho más allá de sus propios intereses.
Y eso ya lo ha puesto en evidencia el empresariado iberoamericano: durante la crisis sanitaria, ha mostrado compromiso y responsabilidad social, solidaridad y capacidad para movilizar recursos y llegar donde no alcanzaban los poderes públicos. En la fase de la reconstrucción el sector empresarial de Iberoamérica cuenta con otras fortalezas nacidas de su experiencia a la hora de dirigir empresas en tiempos de crisis que le hace acreedor de poder ser escuchados y atendidos en sus recomendaciones. Los gobiernos conocen lo macroeconómico, pero en el terreno son los empresarios quienes por su trabajo en el día a día saben mejor cuáles son las necesidades de cada momento para cada sector.
Sobre la base de esa mutua confianza entre los actores sociales podrá desplegarse en el mundo de la pospandemia una más intensa colaboración social y una mayor cooperación público-privada. Porque la reconstrucción de lo público va más allá de lo estatal, es una tarea de todos. La vieja dicotomía público vs privado queda añeja. Es tiempo de alianzas público-privadas y de desplegar una intensa colaboración social nacida de esa mutua confianza capaz de alcanzar un desarrollo sostenible, inclusivo e integral, el mejor antídoto frente a la tentaciones proteccionistas, populistas y autoritarias.
Por todo ello es muy importante, desde ahora, construir plataformas de consenso y coordinación. La clave es la confianza de los ciudadanos hacia sus dirigentes y hacia los empresarios».