Las otras cinco reglas de oro en caso de crisis laboral
– Establezca canales de información a los que puedan dirigirse los trabajadores si necesitan aclaraciones sobre la situación surgida. No olvide la importancia de los mandos intermedios a la hora de transmitir mensajes a la organización. Identifique también a aquellos otros líderes “informales” que sin ser jefes gozan de prestigio en la compañía y pueden ser de gran ayuda a la hora de emitir información o de pulsar el clima de opinión de la plantilla.
– Canalice también la comunicación con los medios a través de una persona, departamento o agencia externa. Centralizando la comunicación se asegurará de que los mensajes que salen al exterior son coherentes y uniformes, al tiempo que evitará contradicciones que generen confusión en torno a la situación de la empresa.
– Mida sus palabras. Llevar la iniciativa con la prensa no significa tener que contestar a cualquier polémica que surja en los periódicos. Echando más leña al fuego puede poner en peligro la buena marcha de la negociación entre empresa y trabajadores, objetivo prioritario para la resolución del conflicto.
– Venda futuro. Es importante dejar claro que el objetivo de la reestructuración es precisamente garantizar la continuidad de la empresa y no propiciar su cierre.
– Restituir imagen. Superado el conflicto, lo importante es reparar el daño que haya causado en la empresa y alinear a toda la organización con el fin de alcanzar los objetivos de futuro que se hayan marcado.