Comunicación
Rompiendo tópicos, como el embajador Pasquale Terracciano

Rompiendo tópicos, como el embajador Pasquale Terracciano

 

Se espera de un profesional de las relaciones públicas, lo mismo que según mi estimado embajador italiano, Pasquale Terracciano, se espera de un embajador, que sea un hombre honrado que mienta por el bien de su país. En el caso del embajador, creo que defraudará el tópico, no le veo mintiendo. Está empeñado en conseguir el éxito a costa de trabajo, de diálogo y de lucha por un objetivo, conseguir que abramos los ojos y que veamos que entre España e Italia hay muchas oportunidades para hacer cosas juntos, que nos unen más intereses que diferencias y que tenemos muchos puntos en común. Como ejemplo las votaciones en Bruselas, donde nuestras posturas coinciden a pesar de que desafortunadamente trabajamos poco las alianzas, a diferencia de la colaboración entre otros grandes de nuestros vecinos del norte. El embajador está empeñado en ayudar a que nos una la música y la economía. Me parece la mejor estrategia.

Por mi parte tengo que confesar que tengo un defecto genético, mi cara deja entrever perfectamente si me gusta o no una persona. No he aprendido nunca disimular, aunque reconozco que si he conseguido  descubrir en algunas personas aspectos que me parece tan admirables que modifican mi primera impresión. No se disimular pero si rectificar. Afortunadamente creo que como en la diplomacia el futuro de las relaciones públicas no está en mentir, cada vez se necesita más análisis y estrategia, más diálogo. Hoy la red nos lleva además a tener que escuchar, hoy ganar es buscar el mínimo común múltiplo y construir a partir del mismo.

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