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La República: «ESG: un camino irreversible»

La República: «ESG: un camino irreversible»

La República, uno de los diarios económicos y financieros más importantes de Colombia, ha publicado mi última tribuna titulada ESG: un camino irreversible. Desde mi posición al frente de una consultora de comunicación y posicionamiento estratégico, compruebo con preocupación cómo la polarización, entendida como fomento de la división, es una actitud que gana terreno y se trata de extender a nuevos ámbitos. Desde determinados sectores se alimentan posiciones enfrentadas (todo es blanco o negro) que, en vez de enriquecer el debate, lo empobrecen, contaminan y llevan a los extremos.

«Hasta ahora, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y su traslación a criterios ESG (Sostenibilidad Ambiental, Social y de Gobierno corporativo) parecían a salvo de esta tendencia, actuando como espacio de encuentro de gobiernos, ciudadanos o empresas.

Sin embargo, de unos meses a esta parte parece que hay quien quiere convertirlos en arma arrojadiza. Ahí está el tuit de Elon Musk, en el Foro Económico Mundial de Davos afirmando que “la S (social) de los ESG” era “satánica”. Veamos los efectos de esa tendencia sobre nuestras empresas, y sus posibles soluciones. Esa polarización de los ESG se puede dividir en tres frentes, para los cuales es necesario encontrar puntos medios que rebajen la tensión.

El primero es político y geoestratégico. Es obvio que tanto el ‘American First’ de Trump, como la crisis del concepto de globalización causada por la pandemia o la guerra en el este de Europa impulsan un movimiento pendular. Sin embargo, la realidad se impone. El mundo sigue interconectado y lo que ocurre en Ucrania repercute en Iberoamérica. Así que, por encima de discursos, seamos empresas o gobiernos, tenemos que continuar construyendo alianzas que nos hagan ganar influencia en otros países y regiones.

La segunda polarización está ligada a los modelos de consumo. Frente a los partidarios de “paremos el crecimiento” están los defensores de “producir más para vender más”. Aquí, el punto medio es fomentar la economía circular, reintroduciendo en el mercado aquellos productos que ya no usamos o combatiendo la obsolescencia. Una idea que cala en las sociedades del bienestar, e incluso puede ser línea de negocio.

En Reino Unido, Zara ha creado un servicio de ropa usada que ofrece tres opciones a los consumidores: reparar, vender o donar. Una prueba de cómo generar valor y crecer de modo sostenible.

Por último, esa polarización, como no podía ser de otra forma, llega a los inversores. En este caso, tenemos por un lado a Larry Fink, CEO de BlackRock, y su apuesta porque las empresas tengan un impacto social positivo. Y, por otro, a quienes reivindican que las empresas no son actores sociales y deben centrarse en la rentabilidad, como Vivek Ramaswamy, presidente de Strive Asset Management, un fondo pequeño, pero en crecimiento.

Pero ¿cómo se rebaja esa polarización en los mercados? Sacando del debate político, como se plantea en un artículo de Harvard Law School, firmado por un demócrata, Robert Eccles, y un republicano, Daniel F. C. Crowley, el disclosure. Un concepto que abarca toda la información material sobre factores y riesgos que las empresas deben reportar a sus inversores para que puedan tomar una decisión informada. Y en el que están incluidas emisiones contaminantes, riesgos de catástrofe o exposición al cambio climático.

El camino de los ESG es irreversible. No hagamos bandos a su costa, porque son una causa común a la que todos estamos convocados. Incluso son una oportunidad para que las empresas emerjan como parte de la solución. Evitemos la polarización y construyamos puentes: todos saldremos ganando».

Pincha aquí para leer el artículo completo publicado originalmente en La República.