La República: «Integrarse para no perder el tren «
El desarrollo del mercado latinoamericano en el mundo pasa indispensablemente por su integración comercial, económica, política y social.
Son muchos los tratados que se han puesto en marcha para intentar lograr una unión con garantías pero a día de hoy sigue siendo un reto que alcanzar. La idea del BID, que aboga por un mercado regional plenamente integrado creo que va por el camino correcto si se quiere hacer de la integración el tren que conduzca a Latam a la modernidad.
Tal y como afirmo en mi columna de La República de Colombia, «La historia muestra que solo se consolidará ese proyecto si está signado por el pragmatismo y la flexibilidad y si parte de lo ya avanzado en integración.»
“ La historia latinoamericana es la de una larga búsqueda de la estabilidad política, el crecimiento económico, la reducción de desigualdades y también de su unidad. La integración se ha transformado en un desideratum que nunca se ha alcanzado del todo, aunque en determinadas coyunturas la meta se haya vislumbrado próxima, como con la actual Alianza del Pacífico. Y, sin embargo, se antoja que el futuro de Latam y su rol en el mundo pasan por su integración comercial, económica, política y social.«
«La última aportación en cuanto a unidad procede del BID, que en su informe ‘Caminos para crecer en un nuevo mundo comercial’, aboga por un mercado regional plenamente integrado. Un Área de Libre Comercio de América Latina y el Caribe (Alcalc) que estaría basada en la libre circulación de bienes y servicios y nacería para afrontar “un ambiente comercial global cada vez más difícil” por el auge del proteccionismo. La propuesta contiene tres ideas clave. En primer lugar, el BID asume una postura pragmática (y no voluntarista como ocurrió en el pasado con otros planes integracionistas) a la hora de proponer la integración como vía para solucionar problemas que arrastra la región: por ejemplo, propiciando que las empresas del área se vinculen a las cadenas productivas y de valor globales. «
Si quieres leer mi tribuna completa en La República, puedes hacerlo aquí.