La obsesión por aprender todavía me dura
Pensando en personas, siguiendo la serie de los últimos post, me he acordado de Marisa Navas. Creo que no sabe cuánto me ayudó cuando fui a visitarla y tras una presentación en la que le hablé de todo menos de relaciones con los medios. Me comentó que agradecía que alguien no se empeñara en mejorar tanto sus relaciones con la prensa y que le contara otras cosas.
Telefónica es una gran compañía, donde había y hay grandes profesionales. Muchos de ellos han ocupado cargos muy relevantes en medios. Por sus dimensiones, su equipo de comunicación era y es mayor que algunas agencias. Marisa me felicitó, pero al salir de allí me di cuenta que todavía teníamos que hacer un esfuerzo enorme para tener equipos muy especializados si queríamos trabajar con los grandes.
De hecho pasaron todavía unos años hasta que conseguimos ganar un concurso con nuestro primer proyecto de comunicación interna para Telefónica. La obsesión por aprender todavía me dura. Recuerdo incluso el despacho de la reunión, y la puerta. La puerta que separaba el despacho de Marisa del de su equipo, con el que si queríamos colaborar había que potenciar mucho las nuevas prácticas…
4 comentarios en “La obsesión por aprender todavía me dura”
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Estimada Nuria, me ha gustado tu post, sobre todo, por la filosofÃa que transmites en él. El conocimiento es amplio, infinitio. Según vamos creciendo, por lo menos me pasa a mi, te das cuenta de lo poco que sabes. Por eso es necesario «resetear» nuestro cerebro e irlo poniendo al dÃa. El mundo de la comunicación evoluciona al ritmo vertiginoso de la tecnologÃa y lo que antes servÃa, ahora se convierte sólo en el inicio de cualquier acción. Saludos y enhorabuena.
Antonio, gracias por tu comentario.
Por supuesto. Comparto el que hay que estar aprendiendo, esforzándoese y formándose de forma constante pero, crees que un profesional de, digamos 35 años, ¿Está ya en enorme desventaja para seguir creciendo profesionalmente -aunque tenga amplias experiencias profesionales y nutrida formación con planes previos a la era internet – respecto a lo que ahora se llaman ‘nativos digitales’, aunque estos carezcan de un sin fin de conocimeintos, aspectos y matices culturales, profesionales y de experiencia? Y, otra cuestión ¿Cómo se ayuda al cliente cuando este no quiere comunicar ni exponerse y se cierra en banda? Gracias y un cordial saludo.
Mientras hay vida hay esperanza!!! Tanto por aprender como para convencer a los clientes. Suerte!