¿QUÉ NECESITA UN EQUIPO PARA SER CAMPEÓN?

Nunca me imaginaría a mi misma hablando de fútbol. Pero bueno. Mi equipo de e-comunicación® me ha pasado una entrevista que han hecho a Emilio Butragueño, embajador de la marca Castrol con quienes estamos colaborando. Se trata de un artículo firmado por el ex goleador de la selección y escrito con motivo del debut de la roja en este Mundial. Aplicable a negocios. También se puede aprender del fútbol (pero no me pidáis que vea un partido entero).

¿Qué necesita un equipo para ser campeón? Todo es discutible, pero me he atrevido a elegir las virtudes que considero imprescindibles. Sin alguna de ellas, la consecución del título se torna mucho más difícil.

Una idea clara de juego. En este apartado el liderazgo del entrenador es esencial. Necesita adaptarse a los jugadores con los que se cuenta, extraer lo máximo de cada uno y encontrar el equilibrio táctico indispensable que permita crecer al talento individual.

Humildad. Fundamental para seguir mejorando. El respeto y la admiración se conquistan con el trabajo diario y el esfuerzo constante. La vanidad es el comienzo del fracaso.

Ambición. El impulso que poseen los ganadores. Se llega tan lejos como se quiere. ¿Por qué conformarse con marcar dos goles si se pueden marcar cuatro?

Compañerismo. Lo primero es el equipo. No se es nadie sin el apoyo de los demás. El jugador solo sale fortalecido si gana el conjunto.

Confianza en sus posibilidades. Indispensable para afrontar cualquier desafío. En la competición siempre aparecen momentos de debilidad. La fortaleza mental para superar esas situaciones diferencia a los grandes equipos de los que no lo son.

Talento individual. Aquel que resuelve lo que el sistema no puede. El que eleva los recursos del conjunto a un nivel superior. El que encuentra soluciones a los problemas y termina resolviendo los partidos.

Saber competir. Es algo difícil de explicar. Tiene que ver con el espíritu, el coraje, la pasión, la atención a todos los detalles, la conciencia del significado del resultado y el ir un poco más allá de las aparentes posibilidades físicas y mentales.

En las últimas dos temporadas España ha sido un ejemplo de todo lo anterior. Hoy comienza su Mundial, el examen más exigente en el que tendrá que confirmar sus fabulosas virtudes.

No he añadido la suerte, sin la que es casi imposible ganar. Ojala sea la fiel compañera de nuestra selección hasta el 12 de julio, un día después de la final.

Emilio Butragueño (Artículo para Diario Marca, Junio 2010)