En mi colaboración quincenal en La República he tenido oportunidad de hablar de la necesidad de las empresas de tener en cuenta a los jóvenes Z. Una generación con una especial sensibilidad por el medio ambiente y lo social que exige que las marcas tomen acción.
“El lunes pasado, la intervención de menos de tres minutos de una joven sueca de 16 años, Greta Thunberg, en la sede de la ONU y ante decenas de Jefes de Estado y de Gobierno desató un debate que llevaba tiempo sobre la mesa. Esas pocas palabras bastan para definir la visión compartida del pasado, el presente y el futuro de toda una generación dispuesta cambiar las reglas del juego.
Me refiero a la Generación Z, que agrupa a los nacidos en las dos últimas décadas, y sobre la que ya escribí un libro hace dos años en el que ya alertaba de esa realidad que se puso de manifiesto el pasado lunes: estamos ante la brecha generacional más grande que jamás ha existido.
Los que nos dedicamos a la comunicación debemos asumir una actitud pedagógica, favoreciendo el diálogo intergeneracional. Lo tenemos que hacer con nuestros colaboradores dentro de la empresa, con los clientes a los que asesoramos y entre nuestros socios y aliados.
También debemos hacer un ejercicio de empatía. La Generación Z es un movimiento perfectamente organizado, cuya influencia y liderazgo irá en aumento. Cuanto antes nos pongamos en su lugar y tratemos de comprender su visión, antes conoceremos sus inquietudes, podremos ofrecerles propuestas atractivas y ofrecerles los servicios que demandan.“
Si quieres leer de forma completa mi tribuna en La República, puedes hacerlo aquí.